Wednesday, June 21, 2017

Cucurbitáceas

(jorge etcheverry arcaya)


Dejemos que nuestros zarcillos invadan todo hueco o rendija permisibles—que nuestra clase existencia sea la que cubra todos esos promontorios y anfractuosidades—que nunca haya algo heterogéneo entre nosotros—la igualdad eliminará la necesidad espejos
No, que nuestra amplia variedad dentro de lo mismo, que nuestra inacabable reserva de matices se resuelva en la diversificación de nuestro papel. Las más diversas instancias vitales se verán beneficiadas y  es a través de acciones como ésta que se facilita el control y dominio sobre los otros
El diálogo de las formas de vida se desarrolla desde las capas atmosféricas hasta la ínfima molécula al interior de la probeta del científico, Qué, desde la grotesca forma del universo hasta el nivel subatómico

II
Así como nos desvestimos en las ventanas  o nos tapamos de pies a cabeza en los antros religiosos de la más variada arquitectura. Debemos abandonar el traje ficticio de todas esas miradas ansiosas que se quisieran manos—que nos desgarran la carne de los huesos casi. Mi abuela decía “la gordura es parte de la hermosura”—dicen las niñas, y el diálogo esta vez podría haber sido ubicado en café que me quedaba bastante cerca, que a ellos les quedaba lejos, pero que debido a las sofisticaciones de una tecnología recién armada allí en la oficina del lado con partes de hardware y logiciales provenientes de distantes proveedores que se ignoran mutuamente
Eso les permitía que pudieran aislar y amplificar ese hilo de los demás infinitos casi hilos de emisiones que cubren toda, casi toda la ciudad, qué digo, el mundo entero—aunque en realidad estamos mintiendo cuando personificamos, a lo mejor ahora hasta se trata de máquinas
--no dejemos que los delirios de persecución, las paranoias, nos vayan comiendo el poco seso que nos va quedando. La persecuta antaño se desplegaba cuando a veces en un café como este y si se quiere exagerando un poco como jóvenes que ´éramos, casi muchachos, nos dejábamos llevar por esas tantas posibilidades atroces, expresadas con un lenguaje rápido, muy coloquial, muy urbano, que no obstante no lograba pro0porcionar amparo contra los tentáculos, enredaderas o ramificaciones de un destino aciago que se llevó a muchos de nosotros

III

No te detengas a pensar ni por un momento. Ese invento de la Madre Naturaleza no te ha traído más que problemas, sinsabores. Nuestros antepasados de colas prensiles se paseaban en la cúpula de las forestas, calmos y gráciles. Seamos como águilas, mejor, como cualquier cosa que se agota en la mirada que hace el inventario, en los músculos dóciles y rápidos en el garre de la presa. Esta otra cosa que nos pusieron adentro de la cabeza jode todo el asunto de la vida. Todo esto se puede concebir y de hecho esto hacemos como una gigantesca planta—he oído o leído en alguna parte que hay un árbol así, el más antiguo del mundo, que parece un bosque pero que en realidad es el mismo árbol que echa brotes—sus ramificaciones en esta otra metáfora si insinúan insidiosas y echan brotes incluso en las circunstancias menos propicias, más desfavorables—la ductibilidad de los tejidos no deja de asombrarnos

Soles rojos y negros se arremolinan sobre nuestras cabezas y estómagos concretos. Un coro de voces femeninas se alza desde los pantanos. Los ángeles abandonan sus nidos. En lo profundo de la noche que nos ampara se incuba un dragón de fuego
Una bandada de murciélagos oscurece por un momento la gestación de estas páginas. Una figura vagamente sacerdotal avanza por una calle que brota desde el centro mismo de los sueños. Niñas jóvenes danzan en círculo, palomas levantan el vuelo

Todos tenemos nuestras historias
Problemas personales
Nacimos por ahí alguna vez
Tuvimos progenitores
La pasamos del uno
O como las verenjenas
Como se dice en Chile
Somos feos o bonitos
Mal que mal a todos
Nos han pasado cosas muy interesantes
Y otras muy fomes
Algunos tuvimos que salir abriendo
De nuestro dulce país natal
Para venir a pasar pellejerías
En una tierra extraña
Aunque a la postre nos haya ido de lo más bien
Entonces, no me encebollen los versos
O sí estamos enfermos
O nos vamos a morir
Poetas
No nos pongamos alharacos


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